La ocupación noxiana de Jonia produjo mucho héroes, pero ninguno más improbable que la joven Irelia de Navori. Se entrenó en las antiguas danzas de su gente y adaptó su arte para la guerra, usando los movimientos elegantes y diligentemente practicados para hacer levitar una variedad de cuchillas letales. Tras demostrar su valía como luchadora la empujaron al papel de líder y representante de la resistencia y, hasta el día de hoy, sigue dedicada a la preservación de su tierra natal.
Aspectos disponibles