En vistas del conflicto entre su naturaleza celestial y su naturaleza mortal, Morgana decidió atarse las alas para aceptar la humanidad y deja caer el peso de su dolor y rencor sobre los deshonestos y los corruptos. Se opone a las leyes y tradiciones que considera injustas y lucha por la verdad (aunque haya quien trate de reprimirla) desde las sombras de Demacia con escudos y cadenas de fuego oscuro. Por encima de cualquier otra cosa, Morgana cree firmemente que llegará el día en que hasta los exiliados y proscritos se alzarán de nuevo.
Aspectos disponibles